He asumido que debo decirle adiós al amor que siento por él, pero no voy a borrarlo de mi vida porque él es para mi como un campo minado de alegrías, porque es para mi un ser maravilloso que me quiere pero no me ama, y lo entiendo y lo acepto.
No es fácil asimilarlo pero es la mejor manera de enfrentar la situación, la más sana para mi, no puedo echarle culpas a nadie al respecto porque lo que uno siente no lo puede manejar ni controlar como así tampoco se puede forzar a otro a sentir lo que no siente.
Las señales que ayer leía a su favor hoy derrumban a gritos mi ilusión pero aun así no puedo dejar de sentir este amor inmenso que curo varias heridas.
No será fácil despedirme de este sentimiento, se que habrá días peores y días mejores y también se que quiero cantarle al viento sobre mi esperanza de encontrar allí afuera a mi verdadero amor, aquel que camine a mi lado y sienta lo mismo que yo.