A veces hay acontecimientos que detonan procesos internos que cada uno viene elaborando, que no son recientes, que día tras día rondan nuestra mente y por la vorágine y la rutina vamos postergando.
Hay demasiadas preguntas con respuestas muy alejadas de la realidad cotidiana, de ese mundo que nos oprime, de ese destino que parece inesquivable.
Es una pena que solo a partir de vivir hechos tan provocadores uno empiece a ver las cosas desde otro punto de vista, y que solo sea por poco tiempo ese abrir de ojos.
Cómo hacer para que dure el impacto y logre el efecto que la vida le impulsó, el de darnos ese golpe crudo e intenso que nos haga abrir la mente y el corazón, que a pesar de habernos causado tanto dolor y tristeza, nos renueve la esperanza de crear una realidad diferente.