Fue una torpeza de mi parte haberme cruzado en tu camino, arruine tus planes de paz y armonía he instale en tu vida una locura desmedida.
Fue inútil empujarme al abismo de la soledad, mi sombra pudo rescatarme de las garras del engaño cuando creí que ya nada podía salvarme.
Cuanto dolor te he causado pobre corazón mío, como te interrumpí el camino hacia la felicidad con amores no correspondidos perdidos en un mar de dudas y desolación.
Fue una torpeza de mi parte marcharme con el alma rota, sin haber derramado la cantidad suficiente de lagrimas como para borrar las palabras escritas en un papel que nunca debió ser escrito.
Calles caminadas con una herida abierta, montañas de hojas amarillas llenas de palabras que no dicen nada y tu, esperándome sin que yo lo supiera.
Fue una torpeza de mi parte caminar en contra del viento, negarme con todas mis fuerzas a esa quietud que tu proponías.
¡Ay, corazón mío!, si pudiera volver el tiempo atrás cambiaria este cataclismo de mi mente por una gota de tranquilidad que cure mi falta de cordura al amar.
Todavía me sigue, todavía me perdona, todavía me es incondicional, todavía me quiere, todavía sigue siendo lo que era y yo no veía, todavía late a pesar de todo.
Fue una torpeza de mi parte haberme cruzado en tu camino, no supe entenderte y por eso he perdido a mi amor pero todavía estamos juntos mi corazón y yo.
BRENDA SEIGUER
No hay comentarios:
Publicar un comentario