Puede haber mil comienzos para escribir la misma historia.
Siempre en mi cabeza los personajes hablan, se mueven, piensan, puede que las palabras cambien pero siempre quieren decir lo mismo.
Las frases dan vueltas por mi mente y vagan en el limbo de las ideas deseando encontrar el papel.
Poco a poco toman forma, los párrafos que parecían no tener sentido se unen formando el texto más maravilloso, aquel que siempre quise escribir y las letras bailan de alegría porque por fin el lápiz las ha dibujado.
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