Desliz del olvido olvidado, del pasado vivido y enterrado.
Suplicio intermitente, desolado y callado que atormenta la ilusión dormida en el baul de mi inconsciencia.
Vení, contame una de tus historias y haceme olvidar la realidad. Vení, haceme revivir el sueño que en la noche dormimos juntos para que en la mañana la almohada tenga tu perfume.
Desliz de mi conciencia, pasión de fuego encerrada en mi corazón, atesoras en tu piel mi deseo y mis ganas de ti.
Locura desmedida, sonrisas por doquier, un millón de miradas encerradas en el papel recóndito de mi poesía.
El esfuerzo por levantarme con el sol de la mañana, salir a la calle enfrentándome con el monstruo de la realidad, todo se desvanece al verte llegar.
El fuego avanza y no se detiene, y mientras me queman por dentro estas ganas de ti.
Canción que se oye de lejos, vestigios de humo rodeando tu imagen, la cual perturba mi sistema pensante.
Vení, contame un cuento; vení, mentime que te creo, solo por hacer de esta noche la perfección musical de mis sentidos.
Brenda Seiguer